Estimados colegas, amigos y a la sociedad civil, me es un gusto saludarlos desde esta nueva responsabilidad al frente de nuestra querida Sociedad Científica;

El trasplante representa la concatenación de múltiples y variadas voluntades, desde quien tomó en vida la decisión de convertirse en donante de un órgano ya sea en vida o después de su fallecimiento; el sensible, emotivo y gallardo apoyo de sus seres queridos al hacer valer la voluntad del fallecido de convertirse en donante; la participación ética, responsable y eficaz de cada una de las personas que forman parte de la estructura institucional interdisciplinaria de trabajadores de la salud, desde disciplinas médicas, sociomédicas y paramédicas; hasta la paciente espera del receptor y su familia; todos ellos confían en el profesionalismo y constante compromiso del personal y la disponibilidad de infraestructura de los hospitales del sector salud y las herramientas de planeación, operación, control y evaluación implementadas en los programas de trasplantes.

Dentro de toda esta compleja maquinaria, el profesional sanitario del trasplante es el garante primario de seguir brindando la atención directa de la más alta calidad según estándares internacionales de acuerdo al estado del arte en la disciplina respectiva y del mismo modo, de forma progresiva y transparente generar información actualizada y de calidad relativa a todas las actividades de donación y trasplantes tanto a la población general como al sistema de salud con el fin de mantener una mejora constante. La generación, flujo y análisis de esta información hace posible que como Sociedad Científica al seno de las reuniones, consensos, acuerdos y la participación activa en el Subsistema Nacional de Donación y Trasplantes, se mantenga el contacto y coordinación directa con el Gobierno, unifiquemos criterios de atención, promovamos la actualización continua de normativa en pro de políticas públicas oportunas, factibles y apegadas a la realidad para hacer posible lo deseable: dar respuesta a quienes esperan un sistema de salud que proporcione la oferta suficiente de atención especializada, con certidumbre sobre los criterios de distribución y asignación de órganos de donantes fallecidos.

La SMT ha sido y seguirá siendo una asociación de profesionales del trasplante pública y abierta, fundamental para incidir en las vidas de cientos de miles de mexicanos y mexicanas y sus familias que despiertan con la esperanza de preservar o mejorar su calidad a través del trasplante de órganos y/o tejidos, y que necesariamente requieren para este fin de la donación altruista. Hoy en México existen más de 20 mil personas se encuentran a la espera de un trasplante; su bienestar y el de decenas de miles más, si consideramos a los familiares de los pacientes, dependen de las medidas que desde el sector salud implementemos los profesionales sanitarios de mano de los organismos rectores, gobierno, y la sociedad civil. Seguro estoy que el fortalecimiento de valores como la responsabilidad y fraternidad será tierra fértil para seguir fortaleciendo el subsistema nacional de donación y trasplantes en México.